Sueño de costales
Como ya hice referencia en el blog cofrade de mi pueblo, en palabras de la novelista francesa Simone de Beauvoir “una no nace, sino que se convierte en mujer”. Que una mujer decida, además, llegar a ser costalera, básicamente, no debe suponer sino una doble afirmación de un carácter y un fervor religioso expresados a través del sacrificio personal e incluso del sufrimiento físico. Exactamente, por los mismos motivos que un hombre llega a ser costalero, digo yo. No creo que ni una cosa ni la otra sean características exclusivas de ningún sexo en concreto.
Todo está consumado, ayer realizamos el último ensayo para que el sábado ese trabajo en equipo realizado durante largas tardes recoja el fruto deseado, pasear a Nuestra Señora de Fátima por las bonitas calles de Montellano.
Todo está consumado, ayer realizamos el último ensayo para que el sábado ese trabajo en equipo realizado durante largas tardes recoja el fruto deseado, pasear a Nuestra Señora de Fátima por las bonitas calles de Montellano.
Después de tres años vuelvo a soñar, vuelvo a recordar aquellos nervios e ilusión, hacer algo que nunca antes había ni imagino, salir de costalera. ¿Seríamos capaces de llevar a cabo la labor encomendada?, ¿tendríamos la fuerza suficiente de llevar el paso?, ¿cómo se anda?, ¿el costal cómo se hace?, “derecha alante-izquierda atrás” ¿cómo?,…ufff, menudo encargo.
Reconozco que después de ese tiempo algunos costales salen regular, se hacen una y otra vez, nos quejamos del peso, los capataces han obtenido el Doctorado de la Paciencia, pero eso son minúsculos (utilizando el vocablo de mi segundo hermano, Jesús) acontecimientos que darán lugar al gran día.
Son casi cuarenta los corazones que latirán al unísono de las campanillas que susurran el tintineo a la Virgen, las cinturas ya están preparadas para dar el mejor de los movimientos, la pereza ¿qué es eso?, costales de colores para pintar las trabajaderas, capataz y contraguías marcarán el camino trazado y todo un pueblo engalanado para arropar el gran acontecimiento.
Comentarios
Un beso enorme para ti y tus compañeras...
Es bonito conocer creencias y tradiciones de otros países.
Un beso y un fuerte abrazo guapa, cuidate mucho, besines.
Un saludo
Gracias por estar ahí, un beso grande desde la ciudad eterna, Sevilla.
Un beso enorme, cuidate.
Agradezco la invitación pero me será complicado asistir. De todos modos, expreso mis deseos de que vaya bien toda la procesión, de que ninguna os hagais daño y, por supuesto, de que disfruteis llevando a vuestra Virgen de Fátima.
Saludos.
Haré un pequeño esbozo de mi currículum cofrade, no porque mi opinión vaya a tener más valor de esta manera, es sólo para que te hagas una ligera idea de quién y cómo es la persona a la que has respondido. Para empezar, de nazareno desde que aprendí a andar hasta los 15 años, tres días cada Semana Santa. Apúntame por ahí unas treinta salidas de costalero, en Sevilla y en mi pueblo, entre glorias y estaciones de penitencia, comprendidas entre mis 16 y mis 25 años. Apunta también los diez años que pasé preparando técnicamente a los costaleros de la Cruz de Mayo de mi pueblo. Añádele a la cuenta cuatro años de Diputado Mayor de Gobierno (cuatro estaciones de penitencia más una procesión extraordinaria que aún me da dolores de cabeza). Y ahora, repito, fui durante siete años segundo capataz de una cuadrilla de mujeres. Con ésto, sólo te digo que estamos en el mismo barco, y que los problemas y prejuicios que os hallais podido encontrar desde hace dos o tres años hasta la actualidad no son anda comparados con los que nos encontramos algunos allá por el año 1997. Y por aquel entonces ni estaba de moda el tema ni había tanta gente a favor. Ojo, que no intento menospreciar vuestra labor, ni tampoco referirme a ella como una moda pasajera, sólo decirte que hace tiempo que pasé por eso y os entiendo perfectamente.
No te discuto lo de la baba, es algo que podría pasarme, aunque reconozco que cada vez ocurre con menos frecuencia. Huyo de los tópicos, me gusta el trabajo bien hecho; y últimamente se ve cada cosa por ahí... pfff
Mañana trabajo. Sé la hora a la que entro, nunca la hora a la que salgo. Y si es tarde, tener que hacer conduciendo cien kilómetros a la ida y otros cien a la vuelta después de llevarme todo el día en el tajo... lo veo ciertamente complicado. De todos modos, si por el motivo que fuera acabara antes, intentaría ir.
Reitero mis deseos de que todo vaya bien.
Saludos.
de mujeres desde hace tiempo.
Te sigo leyendo eh
Un saludo
Leí tu petición y lejos de molestarme por el contrario tienes todo mi permiso, ya después me gustaría esuchar cómo te quedaron con los arreglos, voz, melodía... etc...
Si deseas podés escribirme a mi mail que està visible en el blog: natperiodista()yahoo.com
Cuidate mucho cariño, besos y abrazos...