Levantose

Foto: Clemente Oliveros Mejías Levantose una mañana gris y descubrió que ya no tenía cabida. No tenía razón alguna para su existencia. Después de muchos años deambulando por el camino oscuro, decidió tomar su maleta y marcharse. Maleta que nunca deshizo. La trajo colmada de miedos, rechazos, dudas e indecisiones y al abrirla por última vez comprobó que todo el equipaje iba de vuelta, todo estaba en orden, no se dejaba nada. Ella no había permitido que dejara sobre la cama ni una sola de sus tardes. Intentó una y otra vez quedarse, dormir junto a ella, beber sus lágrimas y enredar su pelo. Insistió en, más de una ocasión, que le brindase otra oportunidad; tiñéndose de colores dulces pretendía ocultar sus ...