La memoria

 Con este famoso cuadro de Dalí, La persistencia de la memoria, me gustaría hacer una reflexión de lo pronto que se olvidan las buenas acciones cuando ya ha pasado el tiempo.
Esos relojes blandos al igual que la memoria se deshacen, quizás hastiados del tiempo, o de sí mismos. Colgados en la rama muerta de un árbol, sobre una cabeza distorsionada que finge dormir o sobre una mesa que nerviosa busca un punto de fuga.
Las agujas están paradas, o por lo menos eso reflejan, no sabemos si marchan hacia delante o hacia detrás. O si nunca más volverán a tener movimiento. Todo parece tranquilo, pasó la necesidad y nos detenemos.
Todo esto lo llevo a la vida cotidiana, que agradable resulta recurrir a esas personas que nos interesan en cierto momento y que fácil es dormir la amistad que un día nos fue útil.
A veces nos hacemos las típicas preguntas de ¿ya no se acordará ...?, ¿cómo se pudo olvidar tan pronto?, nos paramos a pensar perdiendo el tiempo. Es verdad que tenemos que hacer las cosas sin esperar nada a cambio, pero que triste es ver como pilares se derrumban por falta de importantes recuerdos.

Comentarios

mari ha dicho que…
Que razon tienes Lola,pero inconscientemente quizas si,tarde o temprano esperamos algo, aunque solo sea un jesto.Yo por suerte o desgracia muchas veces,quizas demasiadas me he hecho esa misma pregunta ¿como se pudo olvidar tan pronto?...
Un abrazo.
salmorelli ha dicho que…
La memoria, al igual que la soledad, es patrimonio de la humanidad. Son tesoros que nos pertenecen a cada uno de nosotros y a las que atendemos cuando nos place. Por este motivo en tu memoria se guarda todo lo que tú quieres que se guarde y se llega a desechar todo lo que tu subconsciente desea que se pierda. En tu soledad te refugias tú y nadie más que tú cuando lo anhelas. Ya puedes estar en un campo de fútbol rodeado de miles de personas, que si tu lo deseas te encuentras completamente sólo. Pues bien Lola, con este planteamiento quiero hacerte ver que nosotros podemos controlar nuestra memoria, pero no somos quién para juzgar la de nadie. Lo que fue, fue. Y lo que no, no lo fue nunca. O sí las cosas pueden perfectamente no ser eternas y simplemente lo fueron un tiempo, quien sabe. Pero no creo que sea cuestión de engaños, sino que a lo mejor no tenían la base suficiente como para alojarse en las limitadas memorias de otras personas. No hay más.
mari ha dicho que…
Lola,que pasa con ARIEL,RAUL,MARCOS
No te olvides de ellos,yo me acuerdo todos los dias.

Un abrazo...
LUNA ha dicho que…
Hola gitana guapa,entre a saludarte e invitarte a mi humilde rincon.. y he leido tu ultima emtrada..profunda y sincera como todas las demas..y aunque estoy de acuerdo con el comentario del maestro,tambien tengo otra sensacion.. la memoria funciona bien y es sabia..esta ahi cuando la conciencia la deja estar.. un beso preciosa gitana.

Entradas populares de este blog

Sueño de costales

La sencillez de lo excepcional

Destino